Nuestro proyecto cada vez nos sorprende más. Mientras lo desarrollábamos durante el curso anterior, Nacho, uno de nuestros compañeros se interesó por un fenómeno observado por su abuelo, y por otros muchos agricultores, y que consistía en que al sembrar próximas matas de pimientos picantes y dulces, estos últimos adquirían aquella capacidad.
No por muy observada esta cuestión es baladí. Implica mecanismos mediante los cuales unas plantas son capaces de expresar un carácter que cultivadas aisladamente no serían capaces de mostrar y que aún no se conocen en profundidad. Hablamos de ello en nuestras sesiones y se planteó la posibilidad de hacer algún experimento de campo para estudiar estas observaciones.
No hizo falta más. Nacho y su abuelo, D. José López Raya, plantearon en la finca de este último la cosecha de pimientos de este año para intentar responder a esta cuestión. Para ello planificaron detalladamente la ubicación de las matas en las eras, alternando las distintas variedades y colocándolas a distancias calculadas para establecer un gradiente en el posible "contagio" por capsaicina. Y a lo largo del verano, se procedió al desarrollo del cultivo y a la toma detallada por Nacho de una información exhaustiva acerca del crecimiento, floración y fructificación de los pimientos; datos muy valiosos que ahora toca analizar.
De nuevo nos hemos vuelto a reunir los participantes en el proyecto ¿Sueñan los pimientos con la medicina? para la exposición del proyecto de verano de Nacho. Y esta vez ha sido presencial, recibiendo a José Manuel Palma en nuestro laboratorio y pudiendo por fin tener ese ansiado contacto que eliminase la misma barrera que antes nos acercaba, la pantalla del ordenador y la videoconferencia.
La exposición de Nacho fue espléndida y, como ha sido habitual en el desarrollo de nuestro proyecto, cada paso que damos nos abre nuevas incógnitas. Nuestro proyecto no tiene fin, así es la ciencia. Y de nuevo es momento de que hagamos nuestras comentarios y nuestras propuestas ante los resultados que Nacho nos contó. Así que sigue abierta la sección de comentarios esperando vuestras aportaciones.
Nacho, D. José... Nuestro proyecto demuestra que la ciencia no tiene límites. Muchas gracias por hacer del campo una extensión de nuestro laboratorio y por la ilusión con la que lo han desarrollado.